febrero 17, 2016

Un llamado a todos quienes levantamos el proyecto político de Todos a la Moneda
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Convocatoria al Compromiso Político

Compañeras y compañeros de lucha,

Muchas cosas han acontecido desde aquel memorable y épico proyecto político que juntos construimos para las elecciones del 2013. Muchas de las injusticias y abusos que denunciamos descarnadamente, y que en esos momentos eran invisibles para la gran mayoría, hoy se han hecho evidentes y grotescamente lacerantes para nosotros como pueblo chileno.

La descomposición de la clase dirigente empresarial en su desenfrenada carrera por la acumulación capitalista y el lucro, se ha hecho tan obvia y descarada que no debe haber ya casi ningún hijo de esta noble y generosa tierra chilena, que no haya quedado estupefacto ante tanta inmoralidad y falta de compostura, ante tanta piratería y vulgaridad que han exhibido ellos, los dueños del agua, la tierra, el fuego y el aire. Señores de la guerra, dueños de los cuatro elementos que nuestro Chile regala a sus hijos y que son usurpados por estos crueles y despiadados discípulos de la oscuridad.

Ha quedado fehacientemente demostrado que todas las instituciones políticas del Estado, léase el Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, no son más que apartados postales de la oligarquía todopoderosa que hace y deshace a su amaño con nuestro país, sus recursos y su gente. Repugna ante nuestra conciencia el ver cómo resuelven nuestros jueces, cómo ante el hombre o la mujer trabajadora, ante los jóvenes sin oportunidades, envilecidos por la destrucción de la educación pública y la injusticia lacerante, los jueces humillan al pobre y condenan sin miramientos, sin atenuante alguno, sin el más mínimo sentido de justicia. No obstante, ante los oligarcas y las autoridades se muestran suaves e indulgentes, sumisos y condescendientes.

¿Y qué decir del Congreso? Aquel lugar que debería ser la expresión misma de la representación democrática, en donde los trabajadores, los desheredados, los que tienen hambre y sed de justicia, deberían estar sobradamente representados por políticos genuinos y decentes; en ese lugar, y con escasas excepciones, abundan los sirvientes de la oligarquía, cortesanos de palacio, lobistas hipócritas, y despreciables traidores a la democracia y a la Patria, esos que en tiempos de Roma eran llamados los proxenetas de la política, al igual que aquellos que prestaban servicios sexuales a los señores de la guerra y de la tierra.

No menos chocante es la figura saturada de relamidos llamados a la sensiblería básica y vulgar, de una presidenta circundada por la corrupción de su familia y sus cercanos colaboradores políticos. Una doliente presidenta al borde de las lágrimas por el dolor que le causan la endogamia entre política y dinero que en su familia ya es práctica recurrente, mientras alza la voz con firmeza inquebrantable para declarar a todos los vientos, que defenderá el TPP vaya donde vaya, mientras al pueblo de Chile no lo defiende institución alguna.

La trágica historia de nuestra tierra no se detiene, ya que dos acorazados de la política, sirvientes de nuestros enemigos –la oligarquía- se preparan para el relevo de nuestra decadente presidenta Bachelet. Viejos y expertos en vender a la Patria, Ricardo Lagos y Sebastián Piñera, aceitan sus máquinas electorales para continuar la obra depredadora que han emprendido los grupos económicos oligárquicos.

Ante este escenario desesperanzador y abominable, no podemos quedarnos inmovilizados, no podemos abandonarnos al nihilismo y al ‘no se puede’, no podemos quedarnos en el reclamo y la indignación, DEBEMOS CONVERTIRNOS en actores políticos, debemos salir a reforzar los sindicatos, los centros de estudiantes, las juntas de vecinos, las alcaldías, las marchas. Todo aquel lugar en donde exista un espacio de poder, debemos disputárselo a los sirvientes de nuestros enemigos.

Tal es el sentido de este llamado: conquistar el poder, arrebatarle los puestos de comando y control de la sociedad chilena a los Luksic, a los Matte y a los Angelini. Son nuestros y debemos recuperarlos para el futuro de Chile, para nuestros hijos, y para que nunca más en Chile vuelvan a matar y a envilecer a nuestro pueblo.

En el 2013 mostramos una capacidad única de hacer política, de crear una verdadera fuerza política, con más de 350 comandos a lo largo de todo Chile, miles de jóvenes en las calles, fuimos los únicos que llenamos el Caupolicán y convocamos al mayor número de personas a la inscripción de la candidatura y al cierre de campaña. Esa tarea debemos continuarla, no la podemos abandonar, es un deber y un compromiso con la historia, es un homenaje a los caídos y a los miles y miles de víctimas de la dictadura. En el nombre de aquellos que murieron con la esperanza de una Patria justa y generosa, es que debemos retomar la tarea iniciada.

El proyecto está intacto, Chile sigue siendo una sociedad sin derechos, un territorio salvaje para el señorío de las bestias del lucro y la acumulación capitalista. Sigue estando vigente la propuesta de condonar las deudas de los chilenos, la instauración de un sistema público de salud y educación a la altura de las verdaderas necesidades y de erradicar como a la mala hierba a las malditas AFP. Cada día que pasa se hace más evidente que debemos convocar a una Asamblea Constituyente para engendrar una auténtica Constitución democrática, que debemos nacionalizar el cobre y nuestros recursos naturales, que debemos hacer justicia con los pueblos originarios y restaurar su dignidad, partiendo por eliminar la ley antiterrorista y liberar a los presos políticos Mapuche, así como derogar la Ley de Amnistía y terminar con la justicia militar aplicada a los civiles, someter a los militares a los mismos tribunales civiles sin que la justicia militar pueda operar en tiempos de paz, y sin olvidar la urgencia de instaurar constitucionalmente la elección democrática de jueces y autoridades del poder judicial.
Construir una sociedad respetuosa de toda forma de vida, poner fin al abuso mercantil y cruel que se aplica a los animales, recuperar el agua para la vida y terminar con el nefasto Código de Aguas que somete a este recurso a las reglas del negocio y la acumulación capitalista. Perseguir los monopolios, carteles y colusiones, siguen siendo metas políticas más vigentes que nunca y que todos nosotros supimos levantar con fuerza y dignidad en el 2013. No menos importante resulta ser la necesaria transformación de la matriz productiva que hoy, a la luz de la crisis económica global, se hace mucho más urgente. Debemos dejar de ser un país de economía extractiva básica y pasar a elaborar, procesar e industrializar nuestra economía.

No podemos dejar de mencionar la importancia de resolver el problemático asunto del endeudamiento. Un 70% de las familias debe 9 veces su ingreso mensual. Siete millones de chilenos endeudados es una crisis muy grave que debe solucionarse. Sabemos que el endeudamiento se explica por los bajos salarios, la exacerbación del consumo y por la decisión política de expandir el crédito como un mecanismo de control y dominación. El endeudamiento es un drama humano y social, son las nuevas cadenas de la esclavitud. Todas y todos debemos romperlas y hacer de este drama un eje central del proyecto político.

En consecuencia, llamamos nuevamente a todos aquellos que trabajaron, construyeron y se comprometieron en el programa que inspirara nuestra candidatura presidencial de 2013 y que tuvo el acierto de levantar un programa, un proyecto y una fuerza política que restauró la nobleza de hacer política y la dignidad del quehacer público. Se hace urgente retomar los contactos, volver a reunirse, reconstruir los comandos locales y regionales, recorrer Chile y volver a proclamar nuestra inquebrantable voluntad de refundar Chile. Durante el primer semestre del 2016, deberíamos ser capaces de reunirnos en un gran congreso para definir los alcances y contenidos del trabajo político que deberemos hacer de aquí en adelante.

Ante la tarea que nos hemos propuesto, debemos ser capaces de hacer una necesaria autocrítica, tanto en lo político como en lo personal, para aprender de los errores. Esto fortalecerá mucho más aún el proyecto a construir y así poner toda nuestra energía en la creación de una gran y única fuerza política y popular, un frente amplio o un movimiento nacional, que agrupe a todas las personas y organizaciones que quieren superar el neoliberalismo, que quieren recuperar la soberanía nacional, cambiar la Constitución e instaurar la legitimidad de los derechos humanos. Esa fuerza debe ser capaz de acordar un proyecto político común, listas electorales unitarias, y candidatos únicos en todas las elecciones que deberemos enfrentar.

En Valparaíso, lugar mítico en donde naciera la fuerza política que dio a luz el proyecto que levantamos y defendimos el 2013, se han constituido las fuerzas vivas de nuestro pueblo, en torno a un Frente Amplio por Valparaíso, denominado PACTO URBANO LA MATRIZ. Allí confluyen todos aquellos que quieren constituirse en alternativa política al bipartidismo del duopolio que hoy nos domina y humilla. Debemos apoyar esa iniciativa de unidad para construir un frente político unitario y replicar dicha iniciativa en todas las comunas y regiones de Chile. Llamamos a todos aquellos que en Valparaíso construyeron el Movimiento Todos a La Moneda a sumarse activamente y apoyar dicha iniciativa y a todos aquellos que a lo largo de Chile fueron los pilares de dicho proyecto a emular y replicar ese esfuerzo político.

Es por ello que quiero invitarles a una reunión para el día sábado 19 de marzo, en Santiago, en Compañía 2820 (Centro Cultural Naitun), para que allí discutamos cómo reactivar el proyecto y cómo empezar nuevamente a construir la unidad de las fuerzas que queremos refundar Chile. Vuestra participación es imprescindible pues vosotros constituyen la base primaria sobre la cual debemos fundar esta iniciativa.

Solo la unidad de las fuerzas populares, la lealtad y decencia de los actores políticos, podrá poner término a la escandalosa y aberrante vida política de nuestro país.

Con la fuerza de la verdad que nos asiste, con la convicción política intacta y la esperanza siempre como bandera de lucha;

Que se levanten todas y todos los que luchan.

Marcel Claude
Febrero 2016

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